ENLACE PARA VER EL VIDEO
* El Hombre del saco
Que la disfrutéis.
Este es un cuento triste, muy triste y apesadumbrado. Combina dos figuras reiteradas en el mundo de los terrores infantiles:
* El Hombre del saco
* El mito del doble
Todos los niños se aterran ante la incertidumbre pero cuando al ambiente es tan hermético como una prisión, es lógico que los terrores se manifiesten.
En cuanto al doble, ya sabéis que en la literatura del género siempre hay uno bueno y otro malo. La línea que los separa es tan sutil que nunca estamos seguros de a qué a tenernos ante ellos. Siempre existe la posibilidad de que la esperanza se vuelva en contra nuestra. Nunca estaremos seguros de cuál es cuál, de sus intenciones, de su mirada, de sus gestos, de sus palabras. Siempre tendremos la sensación de que nos miente, de que busca otra cosa, de que espera algo que se nos escapa.
Las ancianas de este video son idénticas en apariencia y en intenciones malignas. Cocinan niños para cenar, sí, han leído bien, su carne es tierna y suave, rica al paladar, jugosa y nutritiva. Las viejas siamesas llevan mucho tiempo haciéndolo, por eso se conservan de esa forma pese a los centenares de años que cuentan sus arrugas. En su momento hicieron un pacto con el diablo para alcanzar la vida eterna pero, a cambio, tuvieron que ceder un "poco", el precio que tenían que pagar era ese: comer la carne de los inocentes, de los hijos de los gentiles, de los infantes perdidos de otras mujeres. Ellas no pudieron tenerlos en su momento, nunca desearon tenerlos, siempre prefirieron saciar su apetito terrible con su carne guisada al horno y condimentado con las ricas especias que guardaban en la vieja alacena de la cocina.
El video es cruel, espantoso, macabro incluso. El miedo de ese niño encarna el de la humanidad entera.
Humildemente pienso que este corto es sencillamente extraordinario, no se lo pierdan, es absolutamente recomendable.
Las ancianas de este video son idénticas en apariencia y en intenciones malignas. Cocinan niños para cenar, sí, han leído bien, su carne es tierna y suave, rica al paladar, jugosa y nutritiva. Las viejas siamesas llevan mucho tiempo haciéndolo, por eso se conservan de esa forma pese a los centenares de años que cuentan sus arrugas. En su momento hicieron un pacto con el diablo para alcanzar la vida eterna pero, a cambio, tuvieron que ceder un "poco", el precio que tenían que pagar era ese: comer la carne de los inocentes, de los hijos de los gentiles, de los infantes perdidos de otras mujeres. Ellas no pudieron tenerlos en su momento, nunca desearon tenerlos, siempre prefirieron saciar su apetito terrible con su carne guisada al horno y condimentado con las ricas especias que guardaban en la vieja alacena de la cocina.
El video es cruel, espantoso, macabro incluso. El miedo de ese niño encarna el de la humanidad entera.
Humildemente pienso que este corto es sencillamente extraordinario, no se lo pierdan, es absolutamente recomendable.
Que la disfrutéis.
Aterrador
ResponderEliminar