NÚMERO DE VISITAS

jueves, 26 de noviembre de 2015

LUNA, LUNERA

Luna, lunera,
cascabelera,
debajo de la cama
tienes la cena.
Luna, lunera,
cascabelera,
cinco pollitos
y una ternera.
Luna, lunera,
cascabelera,
salió Periquillo
tocando el flautillo.




Salió su mujer
tocando el rabel.
Salió Caraballo
montando a caballo.
Salió una muchacha
soltando la plancha.
Luna, lunera,
cascabelera,
debajo de la cama
tienes la cena.

VERSOS INQUIETANTES

Éstos són unos versos inquietantes
como los que acuden a la memoria 
de los desmemoriados
cuando la luz de tus pechos
ilumina la sombra que los
ha mantenido tanto tiempo ocultos, 
tanto tiempo olvidados.

Vienen y van los versos
que acuden sin cesar a la pluma
y que se ven acosados
por la urgencia de tus encantos
que apabullan la mirada tierna,
infantil, incierta, apesadumbrada, estéril.

Son los colores del deseo
del olvido,
 de la paz que inyecta
tu mirada.

martes, 24 de noviembre de 2015

EL GRECO en la Iglesia de Martín Muñoz de las Posadas (Segovia)

Crucifixión

La luna pudo detenerse al fin por la curva blanquísima de los caballos. 
Un rayo de luz violeta que se escapaba de la herida 
proyectó en el cielo el instante de la circuncisión de un niño muerto. 
La sangre bajaba por el monte y los ángeles la buscaban, 
pero los cálices eran de viento y al fin llenaba los zapatos. 
Cojos perros fumaban sus pipas y un olor de cuero caliente 
ponía grises los labios redondos de los que vomitaban en las esquinas. 
Y llegaban largos alaridos por el Sur de la noche seca. 
Era que la luna quemaba con sus bujías el falo de los caballos. 
Un sastre especialista en púrpura 
había encerrado a tres santas mujeres 
y les enseñaba una calavera por los vidrios de la ventana. 
Las tres en el arrabal rodeaban a un camello blanco, 
que lloraba porque al alba 
tenía que pasar sin remedio por el ojo de una aguja. 
¡Oh cruz! ¡Oh clavos! ¡Oh espina! 
¡Oh espina clavada en el hueso hasta que se oxiden los planetas! 
Como nadie volvía la cabeza, el cielo pudo desnudarse. 
Entonces se oyó la gran voz y los fariseos dijeron: 
Esa maldita vaca tiene las tetas llenas de leche. 
La muchedumbre cerraba las puertas 
y la lluvia bajaba por las calles decidida a mojar el corazón 
mientras la tarde se puso turbia de latidos y leñadores 
y la oscura ciudad agonizaba bajo el martillo de los carpinteros. 

Esa maldita vaca 
tiene las tetas llenas de perdigones, 
dijeron los fariseos. 
Pero la sangre mojó sus pies y los espíritus inmundos 
estrellaban ampollas de laguna sobre las paredes del templo. 
Se supo el momento preciso de la salvación de nuestra vida. 
Porque la luna lavó con agua 
las quemaduras de los caballos 
y no la niña viva que callaron en la arena. 
Entonces salieron los fríos cantando sus canciones 
y las ranas encendieron sus lumbres en la doble orilla del río. 
Esa maldita vaca, maldita, maldita, maldita 
no nos dejará dormir, dijeron los fariseos, 
y se alejaron a sus casas por el tumulto de la calle 
dando empujones a los borrachos y escupiendo sal de los sacrificios 
mientras la sangre los seguía con un balido de cordero. 

Fue entonces 
y la tierra despertó arrojando temblorosos ríos de polilla.

Poema de Federico García Lorca
El día en que Federico García Lorca emborronó un papel con los versos de Crucifixión, supo que le habían alumbrado todas las musas. Fue en Nueva York, abrumado por las "vacas con tetas llenas de perdigones" y por "temblorosos ríos de polilla", oliéndose quizás con esas imágenes el cataclismo del crack del 29, que se produjo tan sólo seis días después de fecharlo, el 24 de octubre. Esa única copia se la regaló a su amigo Miguel Benítez y no volvió a recuperarla.



La historia de Crucifixión es la historia de una pérdida nada deseada. Como no apareció hasta después de su muerte, los expertos no sabían bien dónde encajaba dentro de Poeta en Nueva York. Lorca lo deja muy claro en el manuscrito que le entrega a José Bergamín pocos días antes de morir y que también fue un misterio para los estudiosos durante años porque el propio Bergamín no quiso entrar en polémicas.









En la copia del borrador que el poeta dejó sobre la mesa de su amigo editor, la indicación es muy clara. Lo incluye en la parte VII, titulada Vuelta a la ciudad, en la que anota: "Crucifixión y hay que pedir el original a D. Miguel Benítez"

Él mismo se lo reclamó antes, con dos cartas que también se subastan. En ellas resaltaba la importancia del poema: "Queridísimo Miguel. Estoy poniendo a máquina mi libro de Nueva York para darlo a la prensa el próximo mes de octubre; te ruego encarecidamente me mandes a vuelta de correo el poema Crucifixión puesto que tú eres el único que lo tienes y yo me quedé sin copia. Desde luego irá en el libro dedicado a ti. Por primera vez en mi vida dicto una carta que está escrita por mi secretario. Miguel, ten la bondad de ser bueno y mandarme ese poema, porque es de los mejores que llevará el libro".

No hubo respuesta, ni a esta ni a la carta posterior. Después del asesinato de Federico, el 18 de agosto de 1936, nadie supo más. Las primeras ediciones de Poeta en Nueva York en 1940 no lo incluyen. Ni la de Norton, en Estados Unidos, ni la de Séneca, en México. Es en 1950 cuando el poeta Agustín Millares lo publica junto a las dos cartas en la revista Planas de poesía.

lunes, 23 de noviembre de 2015

PACTO DE AMOR

Entre los rayos del sol
tu mirada y mi mirada
firman un pacto de amor.
Entre tu boca y mi boca
nuestras lenguas abrazadas
de placer se vuelven locas.
Entre tu cuerpo y el mío
suena un solo corazón
siempre por amor unidos.
Tu sonrisa me conforta
tu mirada me acaricia
y tu cuerpo me provoca.
Porque tú eres la mejor
y mientras vivamos juntos
no existe gloria mayor.
Es tan grande nuestro amor
que tu alma con la mía
engendran la perfección.

T.PAZ.``ESPAÑA´´
Derechos de Autor.


BAJO LAS ALAS
Montanas subo, bajo
noches de vuelos, insomnio
nocturnos, buscando el nido
haciendo y desasiendo, olvido
consigo, mas no te encuentro
El viento me sacude, lagrimas
de lluvia, pido a Dios ver tus
ojos de nuevo, mas no encuentro
la libertad de tu amor...

En sueños te nombro, en mi alcoba
suspiro, las noches desiertas, como el
abismo, sin centro, ni luz, es oscuridad
de noche, o del corazón desvaído, sin
vuelo, ni aire para mis alas, permanezco
en quietud, pidiendo, agarrarme de la rama
del árbol de la montana del abandono,
he llegado a la cima del volcán en erupción
ya ni el fuego me quema, pues mi cuerpo está ardiendo,
de pasión por ti, sin encontrar
la mitad tuya, mi complemento, que no encuentro,...

Dime aire por donde voy? si al oriente o tal
vez el occidente, donde el aire es cálido,
porque por ahora encuentro solo el frío del invierno, ....

Que tristeza escucho el canto de los demás
mas,,,,,, Yo he perdido aire,
inspiración en mis cantos de amor.

Mis alas vuelan hacia mi nido, desolado
lleno de lagrimas, en los aires grito tu
nombre, mas ella tampoco me responden
el eco, se ha ido, como el calor, he topado
con las ramas hirientes, vientos, que ya no
me indican el camino, no escucho tu voz
ha callado, la montana de la vida.

Mi gran Dios, indícame el camino de regreso
a mi corazón, desvalido, angustiado, sin amor
estoy como despatriada, sin hogar, ..

Mi nido esta vacío, mas ha quedado el recuerdo,
de tu cuerpo, tus alas atrapadas
en el destino, destierro, de tu ausencia.

Mis colinas están desiertas, sin cascadas
de pasiones, gritos de satisfacciones
Sin más lluvia que mis lagrimas.

Suplico cántame otra vez, quiero escucharte
tu danza de cuerpos amándose de nuevo
Cántame, para mi corazón vuelve a latir
Cántame quiero revivir en ti.

Gesi...nov..19...2015
Autora: Edith Sandoval Izeppi..