LAS MUSAS 

Un viejo hombre árbol a un hada miraba
y a ellas les resultaba incomprensible
que al anciano no le fuera posible
comprender el miedo que les causaba.

El viejo hombre árbol a ambas les hablaba
esperando que le fuera posible
tocar el cabello, en una visible,
y descubrir que la otra le esperaba.

Pero una sacó un puñal de debajo
y la otra una peligrosa y cruel hacha
y la primera le hirió con un tajo

La segunda le cortó con el hacha
y la otra lo remató de otro tajo
y el honor de las dos quedó sin tacha. 

Soneto escrito por Juan Cuquejo Mira

 

Aquí nadie inventa la corteza que sostenga la locura,

 sin embargo los ojos del árbol me sonrien.

 Las penumbras son alguien aquí,

 algo parecido al pozo siniestro, 

al instante quieto de los brazos.

 Yo, era flor de loba,

 yo era testigo de la oscuridad...yo,

 no quiero idolatrarte,

 no puedo cargar las alas que atrapan.

 Tu raiz.

Maravillosos versos ecritos por
Nury Fresia Larco Invernizzi 

 

Es el ciclo de la vida. 

mientras que unos nacen y otros mueren.

 dos hadas lo velan. 

 Con pena y dolor.

 ya no escucharás el sonido de sus ramas 

cuando el viento sople.

Ya no me cubrirá  

 cuando el sol me queme mi cuerpo. 

 Y aquí estaremos 

 hasta el último aliento de tu vida.

Versos escritos por
Maria Fornell

TE DEVOLVERÉ

Te devolveré cada uno de tus versos,
uno a uno, te los iré devolviendo,

 serán respuestas a tu prosa ruinla, 
no tienen sentido para mí,

 eran, para cada ocasión,
según convengan, según te venga.

Con mis versos, te podría recordar
que mis deseos cubrían tus noches,

 que mi sonrisa para ti, era inmaculada,
que mi mirada aliviaba tu dolor
 y mis ganas,

 tu desesperanza.

Pero juro por Dios!
que no serán estos los que te devuelvan la memoria
Juro por Dios!
que me mantendré en tu mundo del olvido.
Allí, donde padece la sinrazón.

 Allí, donde también está tu sitio.
                                    Poema de María Chamorro Lara

Y DICEN QUE FUÍ QUEMADA

 Cuando la historia pareció inventada
 y el sexo iba en contra mía,
 hasta fuí quemada.
Y tu, Odin,
 mientras tanto desfogandote por los mares.

Caímos parejo.

Fuí luciendome en crecimiento
 de Vírgen a nuevos tiempos.
Despótica voy desplegando
 capa a capa en este mundo
 que me crea adicción,
 quizás termine con algún corso con pañuelo

Otras veces se atreven a decidir,
 gran parte me la paso con expresión de asombro.
Y tú mi vida levantando la ceja mientras tanto.

Esto es un duelo al Sol,
quédate siempre niño,
 no crezcas tanto en este Balneario.
Tendré que ir a comprar velas.

Inmaculada Galvez Gonzalez.

POEMS

 

Merucé en Otoño,
obstinado y timido, silencioso,
implacable........mi huésped.

Fuí víctima de su epidemia,
mi círculo positivista.
Firme y segura me topé en su camino,
me cubrió con su esplendor, el hizo de mi
su tutoría.
Recuerdo con preferencia mi olfato desafiando olas con el poder de mis manos.
No estoy tranquila si mi razón no fortalece sus actos.

Me ciño a mi día a día para luego ir a su encuentro
Advirtiéndose en todo momento, el hace que no me olvide.

Una balanza que contrarresto, porque el no salir bien parada en sus líneas es para mi toda una catástrofe.

No se.. quizá me tomé ese derecho que no me pertenece como paso simbólico. Inmaculada Gálvez González

LA POETA DE NEGRO

 Debajo de esas dos cejas
coraje que desencadena,
perseveración con la fuerza de mi mirada.

Fragor de pruebas que se lubrican
al yugo de mis manos,
vislumbraré para ti perdida y mejor,
metrópolis que cargaré a mis espaldas
con papel protagónico.

Desde arriba vislumbraré a todas las almas,
nuevo papel donde Romulos y Remos se alimentaran de el.

Perdición..... ....

Agarra mi mano porque me impondré a toda adversidad.
Apasionada y dominada, dueña de mi siguiente destino.
Me vestiré para ti, recta, derecha y con formas.

Inmaculada Galvez Gonzalez.